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lunes, 16 de marzo de 2015

CAPITULO 25 (Ultimos dias en Perú: LObitos y Cancas)


En Lobitos nos quedamos como 10 días, el motivo de esta larga estadía fue porque el lugar es hermosísimo y porque estábamos esperando una encomienda desde Argentina.
Esto que estábamos esperando es el embrague de la moto, por suerte no porque se halla roto, sino porque solamente presentó una falla después de haber andado en la nieve bien cargados y como soy un enamorado de la moto ya nos pusimos en campaña de averiguar para conseguirlo, comprarlo o lo que sea pero si o si tenerlo por las dudas de que se rompa.
No se si recuerdan pero en Honda no me habían dejado la moto del todo bien en un principio por lo que no nos inspiró confianza como para hacerle algo mayor, como en este caso es el embrague. Igualmente ni en esa tienda Honda, ni en el resto de Perú estaban en disponibilidad el juego de discos de embrague y resortes de nuestra hermosa Falcon.
Averiguando en un lugar, en otro, hablando con la familia en Argentina, amigos, movimos cielo y tierra y de a poco iban apareciendo precios, consejos y demás acciones positivas como pasa siempre que uno tiene un problema. Así fue que el señor Raúl Casol del club Honda Falcon se comunicó conmigo diciéndome que él tenía guardado en Argentina un juego de discos de embrague más los resortes que estaba buscando, el creía que no podía ayudarme a pesar de tenerlos porque creía que no se podría mandar por encomienda, pero esto no es así, acá en Perú hay muy pocas restricciones con ese tema, no así en Ecuador, por lo que teníamos que quedarnos si o si a recibir ese embrague en Perú.
Ya contándole esto a Raúl, pasamos a conversar a ver de qué forma podríamos pagarle esto y a qué precio lo vendía ya que es algo un poco costo, o al menos lo es para nosotros en este momento del viaje. Nosotros preocupadísimos aun porque no sabíamos cómo íbamos a hacer para pagarle, pero la solidaridad no deja de sorprendernos a pesar de que ya llevamos 7 meses de viaje y muchas experiencias realmente lindas, cada vez que nos pasa algo como esto quedamos boquiabiertos, cabe aclarar que a Raúl no lo conozco personalmente, solo somos amigos de Facebook y compartimos la misma pasión por las motos y por la Falcon así que este gesto para nosotros es el triple de grande, estaremos por siempre agradecidos y bueno a la vuelta habrá que pasar a darle un abrazo a este buen hombre e invitarle un buen asado.
Así fue que le dimos a Raúl los datos de Jorge un amigo de Lima donde seguramente la encomienda llegaría más rápido, y de ahí la mandaría el mismo Jorge hacia el norte, casi frontera con Ecuador, para que podamos seguir viaje.
En lobitos estuvimos hasta el viernes 27 de febrero, muy bien acompañados por Pati y Tito, los dueños de albergue, quienes a medida que pasaban los días nos trataban como si fuésemos su propia familia, no solo nos dejaron acampar gratis todos esos días, sino que también nos prestaban la cocina internet y más de una vez nos invitaron a almorzar con ellos. Nosotros por nuestra parte tratábamos de dar una mano en lo que se podía.
Acá disfrutamos muchísimo de la playa, ya que donde vivimos en Argentina, a pesar de tener todo el mar para nosotros, siempre que llegó el verano hubo que trabajar haciendo la mayoría de las veces que no pisemos la arena en todo el verano, pero acá es cuando a uno lo reconforta haberse esforzado tanto trabajando, pudiendo quedarnos relajados y solamente pensando en disfrutar (y en cuando llegaría la encomienda jejej)


 Un día recibimos un llamado y era Adrián, un argentino que habíamos conocido en Cusco, el después de eso se fue a recorrer un poco el resto de Perú y también Ecuador así que ya lo agarramos volviendo, estaba en Máncora y llegaría a Lobitos al día siguiente, justo se cortó la comunicación y no pudimos darle referencias de donde estábamos por lo que al día siguiente estuvimos mirando la playa todo el día a ver si lo veíamos llegar de algún lado, Lobitos es bien pequeño así que teníamos buenas posibilidades de verlo y así fue, a lo lejos visualizamos sentado en la orilla del mar a un chico y nos acercamos hasta él y era Adri, que bueno encontrarlo, él ya estaba acomodado en un camping y solo se quedaría 2 noches, las cuales alcanzaron para ponernos al día, divertirnos, comer juntos, tomar mates ya que había traído YERBA MATE (que bendición) y contarnos experiencias del viaje, además él nos pasó muchísima información de Ecuador, país que recorreríamos pronto.
Luego de esas dos noches y tras desayunar juntos Adri continuo su camino hacia al sur regresando a la Argentina, nosotros nos quedamos hasta el viernes ya que habíamos hablado con Abi, un chico que vive en Cancas y que no tenía problema también en darnos un lugar para dormir, además estaba la posibilidad de darle una mano donde vive.
Así fue que ese viernes, día de demasiado calor, comenzamos a prepararnos para seguir, la encomienda venia medio retrasada por lo que debíamos seguir esperando,  por lo que ya nos daba un poco de vergüenza seguir en Lobitos, de esta manera y por el calor que había mencionado decidimos salir a eso de las 8 de la noche, solo teníamos 120 km hasta Cancas así que fuimos bien tranquilos, nos agarró un poquito de lluvia pero con el calorcito se podría decir que se disfrutó y todo.
A las 9 y media legamos a Cancas, otro pueblo a la orilla del mar, y como si fuera poco la casa de Abi está construida en la misma playa, algo muy novedoso para nosotros ya que en Argentina esto no se ve en ningún lado ni tampoco se puede hacer.
Al llegar saludamos a el guardián de la casa, Antonio, también estaba Rachel de Inglaterra quien estaba haciendo voluntariado acá con Abi y sus animales y luego junto al mismo Abi nos quedamos charlando hasta tarde en la cocina la cual se encuentra bajo techo pero al aire libre y menos de 30 metros del mar. Paradisiaco este lugar y para nuestra sorpresa Abi nos dijo que no armemos la carpa que había una cama donde podíamos dormir sin problemas.
Al otro día recién pudimos ver lo más lindo de este lugar, el mar ya mucho más cálido que en Lobitos y también bien trasparente. En la casa de Abi estuvimos muy entretenidos ya que nosotros decidimos encargarnos de cocinar para nosotros, y para ellos (Abi, Antonio y Rachel)
Además de la parte culinaria también tratamos de ayudar en la limpieza del lugar, y cuidado de los animales ya que en este lugar hay varios y muy exóticos: tienen un “tigrillo”, así le dicen acá pero para mí es más bien un yaguareté o leopardo, ya que tiene manchas y no rayas, también tienen venados, caimanes, pavos reales grandes y también pichones, un halcón, un águila y 3 perros.
Acá nos quedamos hasta el lunes 16 de Marzo, sisi estuvimos más de 15 días en este hermoso lugar en el cual reinaba la buena onda acompañado siempre de la playa paradisiaca a tan solo unos metros.










Estuvimos tantos días y Abi es tan hospitalario que conocimos varias personas aquí, primero a su primo Gonzalo junto a su hijo Mateo, con quienes nos fuimos todos juntos a unas aguas termales, las cuales son de azufre y si uno prende un encender en el agua se hace una llamarada de fuego gigante la cual sorprende, y calienta de lo lindo.
También llegaron unos amigos de Abi de Lima, Rodrigo, Fabiana, Andy y Mery unos copados los chicos los cuales estuvieron acompañándonos por más de una semana
También llego Juan un argentino junto a Yanis de Alemania, ellos venían bajando de Ecuador y se quedaron un par de días!
La estadía fue larga y hermosa, pero a la vez un poco preocupante ya que la encomienda no llegaba, nosotros ya no teníamos soles para gastar y tampoco nos querían cambiar unos pocos dólares, solo nos querían cambiar de a 100 dólares y a un precio muy loco por lo que no pudimos aceptar andando así medio ajustados los últimos días.
Además del dinero la mayor preocupación era que el 18 de marzo se vencía nuestro plazo de estadía en Perú, y si te pasas de este plazo te sacan la moto automáticamente por lo que si la encomienda no llegaba de una u otra manera había que cruzar a Ecuador antes del 18. Por suerte un día me conecto a internet y mirando el seguimiento de correo argentino vimos que la encomienda ya había salido del país, como viene en avión sabíamos que ya no faltaba mucho para que llegue. Y así tal cual fue, a los pocos días me llamo Jorge de Lima diciéndome que ya la había recibido así que el mismo se encargó de mandarnos todo a Tumbes.
De este modo el Lunes 16 de marzo salimos rumbo a nuestro próximo país, ECUADOR. Primero pasamos a retirar la encomienda por Tumbes y luego seguimos hacia la frontera donde hicimos los tramites junto a Patricio, otro argentino que anda viajando en moto. El anda en una BMW 1300 y viaja un poquito más rápido que nosotros jaja, así que como su destino era más lejos que el nuestro le dijimos que siga tranquilo nomas, ya que su idea era rutear juntos, pero nosotros solo íbamos a hacer 70 km dentro de Ecuador ya que en Machala nos esperaba el Tío Galo, un icono en el mundo motero, por su experiencia y solidaridad con los viajeros, en su casa ha recibido al menos 100 y no mentimos!

Así fue que llegamos al taller de Galo donde nos recibió junto a su esposa, almorzamos juntos y mientras él trabaja un poco nosotros tratamos de actualizar esta linda historia de viaje que día a día se pone más linda! 


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