Lima, una
ciudad muy grande, caótica, con mucho calor pero también con lugares muy lindos
y gente que nos trató de maravillas.
En Lima
estuvimos bastante ocupados los días que estuvimos. Nuestra estadía la pasamos
en el taller de Jorge Ulloa quien nos trató como si fuese de nuestra familia.
Andábamos
medio preocupados por conseguir la batería de la moto así que Jorge se dispuso
a averiguarnos precios de diferentes batería, estaba la opción japonesa que se
nos iba un poco de presupuesto o sino poner alguna de menos calidad, más
barata, pero que no sabíamos si iba a ser funcional durante largo tiempo.
El primer
día que estuvimos en Lima nos vino a visitar Fernando (ciclista) quien nos llevó
al centro para que Javier pueda mandar a hacer sus parches bordados. Fuimos los
4 en las 2 motos, y ahí descubrimos el
caos y lo inmensa que es esta ciudad, a cada lugar que teníamos que ir debíamos
hacer al menos 20 km, los cuales
demorábamos en hacerlos no menos de una hora, una locura y más para
nosotros que somos de pueblo. En el medio de ese caos y por suerte ya con los
mapas cargados en nuestro GPS llegamos al lugar donde confeccionarían los
parches pero lo perdimos a Javi así que ya medio cansados de tanto transito nos
volvimos solos para lo de Jorge.
Al llegar
nos estaba esperando Alexis Guevara con quien habíamos hablado ya desde hace
tiempo, charlamos un rato con él y luego nos fuimos al cumpleaños de Fredy,
nuestro amigo limeño que habíamos conocido en Cusco, así que nuevamente salimos
al caos vehicular. La pasamos muy bien en casa de Fredy junto a su novia Dio,
sus amigos y familia. Ya muy cansados volvimos después de cenar a los de Jorge,
mientras transitábamos por una avenida se nos paró al lado una dax con 2
chicas, que inmediatamente nos preguntaron: “ustedes son Nico y Paula?” ellas
pertenecían al club Dax de Lima, ya habíamos tenido una charla por teléfono con
su presidente y por eso ellas sabían de nosotros. Así que muy amablemente nos
acompañaron hasta lo de Jorge en la otra punta de Lima donde nos tomamos unas
cervecitas en la puerta y charlamos hasta casi dormirnos.
Más tarde fuimos hasta Honda Desert, a averiguar algunos precios y ahí nos encontramos con un señor que se nos puso a hablar, su nombre es Sócrates y es miembro del club KLR 650, muy amable este señor junto a su pareja Sofía. Ahí mismo en la tienda nos compraron calcos colaborando con nuestro sueño y también nos invitaron para ir al día siguiente a la reunión de su club.
En el taller
de Jorge la pasamos muy bien siempre conociendo viajeros como John MOrato y
también los chicos colombianos de Inazuma. Siempre Jorge ayudando a cada uno que pasa por Lima
con mecánica, hospedaje o lo que pueda brindar, sinceramente demasiado
solidario este hombre, quien cada mañana nos despertaba con un desayuno con
tamales, o lomo saltado, desayunos que nos hacían tener el estómago lleno hasta
la tarde. También muchas veces almorzamos o cenamos junto a él, solo un día
pudimos prepara nosotros el almuerzo ya que nos daba un poco de vergüenza tanta
atención de su parte.
Ya al día
siguiente con la batería nueva colocada y la tranquilidad de que la moto ya no
iba a tener problemas no fuimos al mediodía al Callao donde vive Fernando quien
nos hizo un recorrido turístico caminando, muy linda esta ciudad la cual se
encuentra bien limpia y ordenada, además de encontrarse situada en una bahía
con su puerto al lado lo que la hace muy vistosa.
Después de caminar unas
cuantas horas junto a Fernando nos volvimos al taller y a la noche nos fuimos a
encontrar con Sócrates y Sofía, junto a ellos moteamos un rato y nos reunimos
junto a sus amigos en un restaurante donde entre todos nos invitaron a comer
pizza y charlar sobre nuestro viaje, también muy amablemente colaboraron con la
compra de parches y clacos por lo que volvimos muy contentos a casa de Jorge.
Otra noche
fuimos a la casa de Manuel Saca un contacto que tenía Javier en Lima, él nos invitó
a cenar a un lugar muy lindo situado en las costas de Miraflores.
Bueno como
verán estuvimos muy entretenidos en Lima al punto de que hasta el último día,
cuando pensábamos salir para Barranca en la mañana no pudimos hacerlo
(felizmente) porque la gente de Honda Desert hablo con Sócrates ya que es su
amigo y se ofreció a apoyarnos con algo, fuimos a la tienda y nos regalaron la
cámara para tener para el cambio de cubierta (llanta aquí en Perú) que se
aproxima, así que un millón de gracias también a la gente de Desert.
Después de
ir a esta tienda y con el caos vehicular de todos los días, recién pudimos
llegar al taller después del mediodía, llegamos muertos de calor, nos dimos una
buena ducha y nos empezamos a alistar para salir hacia Barranca, son solo 200
km pero terminamos saliendo como a las 5 de la tarde, y como acá antes de las 7
ya es de noche, viajamos por primera vez en la oscuridad, por suerte las rutas
están muy buenas y gracias a Jorge Ulloa y Alexis Guevara en Barranca nos
recibió Cleber y sus amigos. Hicimos una rodada en moto y luego nos invitaron a
cenar y también el mismo Cleber nos dio un lugar en su casa para poder pasar la
noche ya que al día siguiente salíamos temprano hacia Huarmey donde nos
esperaba un motoencuentro bien grande!
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