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viernes, 13 de febrero de 2015

CAPITULO 22 (Lima)

Lima, una ciudad muy grande, caótica, con mucho calor pero también con lugares muy lindos y gente que nos trató de maravillas.
En Lima estuvimos bastante ocupados los días que estuvimos. Nuestra estadía la pasamos en el taller de Jorge Ulloa quien nos trató como si fuese de nuestra familia.
Andábamos medio preocupados por conseguir la batería de la moto así que Jorge se dispuso a averiguarnos precios de diferentes batería, estaba la opción japonesa que se nos iba un poco de presupuesto o sino poner alguna de menos calidad, más barata, pero que no sabíamos si iba a ser funcional durante largo tiempo.
El primer día que estuvimos en Lima nos vino a visitar Fernando (ciclista) quien nos llevó al centro para que Javier pueda mandar a hacer sus parches bordados. Fuimos los 4 en las 2 motos, y ahí descubrimos  el caos y lo inmensa que es esta ciudad, a cada lugar que teníamos que ir debíamos hacer al menos 20 km, los cuales  demorábamos en hacerlos no menos de una hora, una locura y más para nosotros que somos de pueblo. En el medio de ese caos y por suerte ya con los mapas cargados en nuestro GPS llegamos al lugar donde confeccionarían los parches pero lo perdimos a Javi así que ya medio cansados de tanto transito nos volvimos solos para lo de Jorge.
Al llegar nos estaba esperando Alexis Guevara con quien habíamos hablado ya desde hace tiempo, charlamos un rato con él y luego nos fuimos al cumpleaños de Fredy, nuestro amigo limeño que habíamos conocido en Cusco, así que nuevamente salimos al caos vehicular. La pasamos muy bien en casa de Fredy junto a su novia Dio, sus amigos y familia. Ya muy cansados volvimos después de cenar a los de Jorge, mientras transitábamos por una avenida se nos paró al lado una dax con 2 chicas, que inmediatamente nos preguntaron: “ustedes son Nico y Paula?” ellas pertenecían al club Dax de Lima, ya habíamos tenido una charla por teléfono con su presidente y por eso ellas sabían de nosotros. Así que muy amablemente nos acompañaron hasta lo de Jorge en la otra punta de Lima donde nos tomamos unas cervecitas en la puerta y charlamos hasta casi dormirnos.





 Al otro día nos despertamos con la buena noticia que la importadora de las baterías Yuasa japonesas acá en Perú nos regalaba la batería nueva así que tuvimos que nuevamente salir en moto a buscarla, esta vez nos fuimos solos con Javi los dos en mi moto, fuimos a buscar la batería y también lo acompañe a Javi a comprar sus cubiertas nuevas y otras cositas que necesitaba, el también recibió una gran ayuda en la tienda Direlli. También conocimos a Ricardo de Honda Moto performance, quien con la batería nueva nos hizo un cheque descartando que el problema estuviera en otro lado.




Más tarde fuimos hasta Honda Desert, a averiguar algunos precios y ahí nos encontramos con un señor que se nos puso a hablar, su nombre es Sócrates y es miembro del club KLR 650, muy amable este señor junto a su pareja Sofía. Ahí mismo en la tienda nos compraron calcos colaborando con nuestro sueño y también nos invitaron para ir al día siguiente a la reunión de su club.
En el taller de Jorge la pasamos muy bien siempre conociendo viajeros como John MOrato y también los chicos colombianos de Inazuma. Siempre  Jorge ayudando a cada uno que pasa por Lima con mecánica, hospedaje o lo que pueda brindar, sinceramente demasiado solidario este hombre, quien cada mañana nos despertaba con un desayuno con tamales, o lomo saltado, desayunos que nos hacían tener el estómago lleno hasta la tarde. También muchas veces almorzamos o cenamos junto a él, solo un día pudimos prepara nosotros el almuerzo ya que nos daba un poco de vergüenza tanta atención de su parte.



Ya al día siguiente con la batería nueva colocada y la tranquilidad de que la moto ya no iba a tener problemas no fuimos al mediodía al Callao donde vive Fernando quien nos hizo un recorrido turístico caminando, muy linda esta ciudad la cual se encuentra bien limpia y ordenada, además de encontrarse situada en una bahía con su puerto al lado lo que la hace muy vistosa.




 Después de caminar unas cuantas horas junto a Fernando nos volvimos al taller y a la noche nos fuimos a encontrar con Sócrates y Sofía, junto a ellos moteamos un rato y nos reunimos junto a sus amigos en un restaurante donde entre todos nos invitaron a comer pizza y charlar sobre nuestro viaje, también muy amablemente colaboraron con la compra de parches y clacos por lo que volvimos muy contentos a casa de Jorge.

Otra noche fuimos a la casa de Manuel Saca un contacto que tenía Javier en Lima, él nos invitó a cenar a un lugar muy lindo situado en las costas de Miraflores.

Bueno como verán estuvimos muy entretenidos en Lima al punto de que hasta el último día, cuando pensábamos salir para Barranca en la mañana no pudimos hacerlo (felizmente) porque la gente de Honda Desert hablo con Sócrates ya que es su amigo y se ofreció a apoyarnos con algo, fuimos a la tienda y nos regalaron la cámara para tener para el cambio de cubierta (llanta aquí en Perú) que se aproxima, así que un millón de gracias también a la gente  de Desert.


Después de ir a esta tienda y con el caos vehicular de todos los días, recién pudimos llegar al taller después del mediodía, llegamos muertos de calor, nos dimos una buena ducha y nos empezamos a alistar para salir hacia Barranca, son solo 200 km pero terminamos saliendo como a las 5 de la tarde, y como acá antes de las 7 ya es de noche, viajamos por primera vez en la oscuridad, por suerte las rutas están muy buenas y gracias a Jorge Ulloa y Alexis Guevara en Barranca nos recibió Cleber y sus amigos. Hicimos una rodada en moto y luego nos invitaron a cenar y también el mismo Cleber nos dio un lugar en su casa para poder pasar la noche ya que al día siguiente salíamos temprano hacia Huarmey donde nos esperaba un motoencuentro bien grande!

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