13 de
Octubre: nos despertamos bien temprano en La Higuera y fui a ayudarla a Irma a
arrear unas vacas al campo a cambio del desayuno, tuvimos que subir bastante
arriba del cerro para llegar a las vacas así que el desayuno estuvo más que
merecido.
Luego con Pau
nos fuimos a caminar tratando de llegar al lugar donde encontraron al Che
Guevara, caminamos al rayo del sol durante horas pero no lo encontramos
igualmente valió la pena.
Al volver de
la caminata almorzamos en el almacén de Irma por 10 Bs cada uno y más tarde a
descansar un poco de la caminata.
De a poco
fue llegando la tardecita y nos pusimos a preparar la cena ya que en La higuera
no había luz. Después de cenar a dormir bien temprano que al otro día
continuaba el viaje.
14 de
Octubre: nos levantamos a eso de las 7 y después de desayunar desarmamos
campamento para irnos, cuando estábamos atando todo en la moto se acercó un
chico de Francia a hablarnos, su nombre es Yann, él nos contó que se compró una
moto en Santa Cruz de La Sierra con la que piensa recorrer parte de nuestro
continente, por suerte su español era bastante bueno por lo que pudimos charlar
sin problemas, dándonos cuenta que veníamos haciendo la misma ruta, parando en
los mismos lugares y que también íbamos para el mismo lado así que decidimos
continuar el viaje juntos.
Una vez que
ambos estuvimos listos emprendimos nuestro viaje hasta Villa Serrano, unos 180
km de tierra con unos paisajes increíbles.. en un par de horas estábamos allá
hospedándonos los tres en un mismo hotel,
el cual era bien barato pero además nos hicieron un descuento, como
siempre contando un poco de nuestro viaje.
Allí pudimos
relajarnos, ducharnos y luego salir a caminar por el pueblo el cual es muy
pintoresco, más tarde de casualidad había una fiesta en el pueblo por su 71
aniversario, así que estuvimos un poquito de joda, bailando y comiendo en la
plaza, para que se den una idea una hamburguesa costaba 3 Bs (o sea 6 pesos
argentinos) , increíble y muy rico todo.
Después dela
fiesta a dormir al hotel.
15 de
octubre: dormimos hasta la hora que quisimos y luego de eso nos pusimos a preparar
la moto para salir hacia Sucre, a unos 180 km. A eso de la 1 de la tarde
arrancamos también junto a Yann, al llegar a Sucre fuimos a conocer a Ricardo
un argentino que vive allí, con el cual habíamos hablado antes de comenzar el
viaje.
Luego de eso
nos pusimos a recorrer la ciudad tratando de conseguir algún hostal barato o la
posibilidad de algunos días de estadía por publicidad. Para nuestra suerte en
el segundo lugar que preguntamos nos dijeron que estaban interesados en la
publicidad en nuestra página, el lugar se llama Wasi-Masi y se encuentra en
pleno centro. Así que muy contentos por nuestro logro nos ubicamos en el hostal
y encendimos nuestra compu para invitar a amigos a la página del hostal,
gracias a dios la gente siempre se suma a ayudarnos como también nuestros amigos
a poner me gusta en las páginas que los invitamos.
Yann se
hospedo en el mismo hostal en el cual nos quedamos 6 noches.
Sucre una
ciudad hermosa y su gente también, la pasamos muy bien junto a Ricardo, quien
nos invitó a comer con él un montón de veces y hasta hicimos un asado con
karaoke junto a Yann y también unos amigos de Ricardo.
En Sucre nos
encontramos con amigos que habíamos hecho al comienzo de nuestro viaje, los
chicos de Entre Ríos y los de Uruguay, Jona, José, Geromo y el Demonio quienes
también son motociclistas y estaban de paseo por Sucre en ese momento.
Una noche
salimos junto a Yann, Gabriel y Teo (todos franceses) a disfrutar de la noche
de Sucre, fuimos a un boliche alemán el cual en su mayoría estaba lleno de
extranjeros, la pasamos muy bien con los chicos.
No solo con
los chicos de Uruguay y Argentina nos encontramos en Sucre, un día recibimos un
llamado y era Efrain de Colombia quien esta vejando hace 2 años con su esposa
Bela en una moto con sidecar por todo el continente, ellos querían encontrarse
con nosotros para después seguir viaje juntos hasta Uyuni, con la idea de
acampar en el salar. Como tiene sus riesgos para ellos y para nosotros era más
conveniente ir juntos.
Después de
ese llamado nos fuimos a encontrar con ellos, así lo hicimos durante los días
que estuvimos en Sucre, a la tardecita siempre íbamos a la plaza a encontrarnos
con los chicos para charlar un rato.
Esa fue
nuestra maravillosa estadía en Sucre, muchos recuerdos nos llevamos allí
principalmente de Ricardo que nos acompañó día a día y también muy buen
recuerdo de la gente del hostal y de sus huéspedes ya que conocimos muchos
viajeros de todas partes del mundo.
21 de
Octubre: nos levantamos tempranos y ya estaba todo acordado para continuar
viaje junto a Yann, Efrain y Bela, nos encontramos en la plaza principal, al
llegar y estacionar las motos, se empezó a acercar un montón de gente y también
periodistas quienes nos hicieron un reportaje uno a uno para el diario de
Sucre, muy buena onda la que recibimos día a día en este viaje.
Luego de los
reportajes nos subimos a las motos y salimos rumbo a Potosí, a mitad de camino
empezó a llover un poco pero a medida que el tiempo pasaba la lluvia se hacía
sentir más al igual que el frio, para después del mediodía ya estábamos en Potosí
empapados todos juntos fuimos a refugiarnos a un restaurante donde comimos
pollo los 5 esperando que deje de llover pero no tuvimos suerte. Así que le
metimos coraje y nos subimos de vuelta a las motos para hacer los últimos 20 km
hasta el ojo del Inca donde hay una laguna con aguas termales, muy lindo el
lugar, estábamos muy felices al llegar ya que imaginábamos que habría algún
techo donde armar nuestras carpas debajo o sino habitaciones pero no, solo se
podía acampar a la intemperie y el precio era igual al de un hotel. Una lástima
por el precio y la lluvia ya que nos pudimos disfrutar del lugar, decidiendo
volver bajo el agua a potosí a buscar algún hotel donde poder bañarnos y descansar
para seguir al otro día. Legamos en un rato y con Yann nos fuimos caminando a
buscar hotel, tarea que pensamos que iba a ser fácil pero nos equivocamos,
caminamos cerca de una hora debajo de la lluvia y no conseguíamos nada que
tenga relación precio calidad, lo que estaba más o menos lindo era carísimo o
no tenían garage para nuestras motos y lo barato era inaceptable en la mayoría
de los casos. Después de caminar bastante conseguimos un hotel que no tenía garage
pero el dueño nos ofreció guardar las motos en su domicilio particular, así que
ya cansados aceptamos esta oferta, bajamos nuestras cosas, fuimos a guardar las
motos y nos volvimos al hotel a ducharnos y sin cenar irnos a dormir, el día
había sido muy largo y cansador.